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Una mujer sana murió repentinamente y fue la primera fatalidad por coronavirus en EE.UU

Santa Clara County Public Health Department Director Dr. Sara Cody
La directora del Departamento de Salud Pública del Condado de Santa Clara, Dra. Sara Cody.
(Anda Chu / Bay Area News Group)
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Un misterio nubló la muerte de Patricia Dowd a principios de febrero.

La mujer de San José era una persona aparentemente sana de 57 años que hacía ejercicio rutinariamente, vigilaba su dieta y no tomaba ningún medicamento. Tuvo síntomas parecidos a los de la gripe durante unos días, y luego pareció recuperarse, dijo un miembro de la familia. Luego fue encontrada muerta el 6 de febrero, y el culpable inicial parecía ser un ataque al corazón.

Esta semana, las autoridades confirmaron a la familia de Dowd que dio positivo en la prueba del coronavirus, convirtiéndola en la primera muerte documentada de este tipo en la nación.

Las autoridades sanitarias del condado de Santa Clara no identificaron a Dowd por su nombre, describiendo a la fallecida como una mujer de 57 años que murió en su casa. El Times confirmó de manera independiente su deceso por parte de miembros de la familia.

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La Oficial de Salud del Condado de Santa Clara, la Dra. Sara Cody, dijo que la muerte de tres personas en el Condado – una el 6 de febrero, otra el 17 de febrero, y una más el 6 de marzo - eran evidencia de que el nuevo coronavirus llegó al Área de la Bahía mucho antes de lo esperado y se propagó. Previamente, la primera fatalidad documentada se pensaba que había sido en las afueras de Seattle el 29 de febrero.

“Ninguno de estos casos tenía un historial de viajes revelador”, dijo Cody el miércoles comentando acerca de las tres muertes. “Suponemos que cada uno de ellos representa una transmisión comunitaria y que hubo algún nivel significativo de virus circulando en nuestra comunidad a principios de febrero... y quién sabe cuánto tiempo antes”.

Cody se refirió a los casos como “puntas de iceberg”, un presagio de una vasta e invisible propagación. La persona que murió el 17 de febrero era un hombre de 69 años y la víctima del 6 de marzo un hombre de 70.

Cody dijo que la sólida temporada de gripe de este invierno, junto con las limitadas pruebas y un incipiente conocimiento del coronavirus, llevó a esta detección tardía.

“Era difícil distinguir entre lo que era influenza y lo que era COVID-19”, expuso Cody. Acreditó al examinador médico del Condado y a los funcionarios de salud por tomarse el tiempo para entender el virus y ayudar a detectar estas tres muertes.

Los familiares dijeron que Dowd, quien trabajaba como gerente de una empresa de semiconductores, se enfermó de manera inusual a finales de enero y se vio obligada a cancelar sus planes para ir a un funeral un fin de semana.

Sin embargo, después de un ataque con síntomas parecidos a los de la gripe, había mejorado y estaba trabajando desde casa, escribiendo a un colega alrededor de las 8 a.m. del día de su muerte.

Unas dos horas más tarde, su hija la encontró muerta. A medida que los miembros de la familia aprendían más sobre los síntomas del coronavirus, las sospechas crecían.

Dowd tenía un historial de viajes al extranjero, al igual que sus compañeros de trabajo en Lam Research en el Área de la Bahía.

Su cuñado, Jeff Macias, dijo que Dowd había planeado viajar a China a finales de este año y que fue al extranjero “varias veces al año a diferentes lugares del mundo”.

Su hermano mayor, Rick Cabello, estuvo de acuerdo en que la muerte de su hermana fue un shock.

Cabello dijo que su hermana era trabajadora, leal y cuidadosa. Su única hija acababa de graduarse de la universidad. Dowd tenía una red de amigos que databa de su infancia y de su época en la escuela secundaria St. Francis en Mountain View, donde crecieron los hermanos.

“Ella tuvo una buena vida”, aseguró Cabello.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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