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Debido al coronavirus, las ventas de juguetes sexuales han aumentado

Sex-toy sales soar during the coronavirus pandemic.
Las ventas de juguetes sexuales se disparan durante la pandemia de coronavirus.
(Kirsten Ulve / For The Times)
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El encierro en casa en casi todo el país nos ha convertido, en el último mes, en una nación de fabricantes de máscaras en el hogar, panaderos por estrés, manicuristas y organizadores. También nos ha transformado en una nación de buscadores de placer autogratificantes deseosos de mantenerse conectados, sexual e íntimamente, tanto con nosotros mismos como con los demás durante este período de aislamiento social prolongado y lleno de ansiedad. Al menos esa es una conclusión que se puede extraer del reciente aumento en las ventas de juguetes sexuales.

Las compañías de novedades para adultos contactadas por el L.A. Times informaron un aumento en el tráfico web y un incremento en las ventas, particularmente a finales de marzo, después de que las ordenes de permanecer en casa comenzaron a emitirse de costa a costa.

Chad Braverman, director creativo de Doc Johnson, una empresa de novedades para adultos con sede en el norte de Hollywood, dijo que las ventas ya estaban en auge (un aumento de dos dígitos en enero y febrero en comparación con el año anterior) antes de dispararse un 100% en relación al año pasado durante los últimos cinco días de marzo.

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En CalExotics, con sede en Ontario, California, la fundadora y directora ejecutiva Susan Colvin informó un incremento del 30% en las ventas por Internet a finales del mes pasado (aunque señaló que el salto hizo poco para compensar la pérdida del negocio de venta al por mayor en establecimientos). Para Lelo, una marca de juguetes sexuales de lujo con sede en Estocolmo, el aumento fue del 60% durante el mismo período, mientras que Lovense, que se centra en juguetes interactivos conectados a Internet y Bluetooth (un campo conocido como teledildonics) informó que marzo fue el segundo mes de mejor desempeño en los nueve años de historia de la empresa de Hong Kong detrás de la Navidad pasada.

“No me sorprende en absoluto”, dijo la psicóloga Laurie Mintz, profesora de la Universidad de Florida y autora de “Becoming Cliterate: Why Orgasm Equality Matters - And How To Get It” (así como consultora de Lelo). “Desde hace mucho tiempo se sabe que los orgasmos inundan su cuerpo con buenos químicos que lo ayudan a dormir y a disminuir la ansiedad... Hay una gran cantidad de personas que han estado usando juguetes sexuales durante bastante tiempo, pero creo que la cuarentena en casa realmente ha permitido que [los juguetes sexuales] se vuelvan más comunes”.

Como un ejemplo de cuán convencionales se han vuelto, Mintz señaló el aviso del Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York del 27 de marzo, titulado Sex and Coronavirus Disease 2019 (COVID-19), que dice, en parte: “Usted es su pareja sexual más segura. La masturbación no propagará el COVID-19, especialmente si se lava las manos (y cualquier juguete sexual) con agua y jabón por lo menos 20 segundos antes y después de tener relaciones sexuales”.

“La gente tiene miedo”, dijo Mintz. “Las personas se sienten solas, y creo que se ha hablado lo suficiente [sobre el tema] como para desestigmatizar los juguetes sexuales y la masturbación, finalmente, y ese podría ser uno de los pocos resultados positivos de todo esto”.

Las personas también buscan consejos y sugerencias sobre cómo navegar por la intimidad en medio del caos causado por el coronavirus. En Coral, una aplicación de Culver City con 6 meses de antigüedad que es parte entrenador sexual y parte guía de intimidad digital (su lema: “una guía para la felicidad horizontal”), el número de nuevos usuarios se disparó un 45% el mes pasado, con la cantidad de usuarios que abrieron la aplicación sólo la última semana de marzo disparándose un 140%.

¿Cuál podría ser el legado duradero de la búsqueda de la intimidad sexual provocada por la pandemia? Eso es algo que ha estado muy presente en la mente de la sexóloga de San Diego, Jill McDevitt.

“Desde hace unas semanas, he tenido mucha curiosidad sobre los sexólogos y los sociólogos que van a estudiar el impacto social y sexual de esto durante décadas”, dijo. “Porque creo que nos va a mostrar que la sexualidad es una necesidad. No es frívola, no es tonta o inapropiada. Es una necesidad humana. Y aquí estamos volviendo a lo básico como humanos en este momento con sólo las necesidades. Esto está demostrando ser una necesidad; la gente quiere saber cómo mantenerse sexualmente conectada”.

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