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Para reiniciar la economía se necesitan más pruebas, y EE.UU no está cerca de ello

President Trump speaks Tuesday during a Rose Garden news conference.
El presidente Trump afirmó el martes durante una conferencia de prensa en el Rose Garden que las pruebas de detección de coronavirus son responsabilidad de los estados.
(Alex Brandon / Associated Press)
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Seis semanas después de que el presidente y otros altos funcionarios prometieron que cualquier estadounidense pronto podría hacerse una prueba para saber si contrajo el nuevo coronavirus, estas continúan retrasadas, lo cual provocó un llamamiento cada vez mayor de los principales centros médicos, legisladores y otros para que la administración establezca una estrategia nacional coordinada.

Las pruebas efectivas se consideran esenciales antes de que los gobiernos estatales y locales puedan levantar las restricciones a los movimientos de los estadounidenses, reabrir escuelas y negocios, y permitir que la economía de la nación se recupere. Pero múltiples problemas persistentes siguen limitando drásticamente la cantidad que se pueden hacer.

Los laboratorios no tienen suficientes suministros, que van desde simples hisopos de algodón que se emplean para tomar muestras de los pacientes, hasta químicos complejos -conocidos como reactivos- necesarios para llevar a cabo las pruebas. Algunos laboratorios informan escasez de trabajadores capacitados. Existe poca coordinación para trasladar las muestras de los laboratorios más ocupados, que tienen retrasos, a otros con posibilidad de tramitarlas.

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La Casa Blanca y otros funcionarios de la administración no han detallado cómo están abordando la escasez, replicando la falta de transparencia en el abordaje de la administración Trump de otros déficits de suministro, incluido un número insuficiente de máscaras, batas y respiradores. “El gobierno federal puede ayudar a remediar estos desafíos asumiendo un papel más activo”, consideró el Dr. David J. Skorton, presidente de la Asociación de Colegios de Medicina de EE.UU, en un escrito dirigido a la Casa Blanca el lunes. El profesional señaló que muchos centros médicos académicos carecen de suministros adecuados para maximizar las pruebas.

“Nuestros directores de laboratorio e instituciones tienen la espalda contra la pared”, agregó Skorton en una entrevista. “Necesitan ayuda”. Los miembros de la asociación incluyen casi 400 principales hospitales docentes y sistemas de salud.

En todo el país, los expertos en salud pública sostienen que poner fin al desorden en las pruebas a nivel nacional es quizá el paso más importante para que el país vuelva a la actividad normal. “En este momento, estamos evitando la propagación de la enfermedad mediante el distanciamiento social extremo, manteniendo a las personas alejadas entre sí”, comentó el Dr. Ashish Jha, director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Harvard. “Si queremos poner fin a eso y dejar que la gente interactúe, debemos asegurarnos de que quienes están infectados no tengan contacto con quienes no lo están. La única forma de saber quién está enfermo, para poder alejarlo de los no infectados, es mediante pruebas”, remarcó. “Esas son literalmente las reglas básicas del contagio”.

Jha estimó que EE.UU debería poder realizar al menos 500.000 pruebas por día antes de que las reglas actuales de distanciamiento social puedan moderarse. Eso sería más de tres veces el nivel actual, según los datos del Proyecto de Seguimiento del COVID, que recopila datos de pruebas por estado.

En el Capitolio, los miembros del Congreso también están aumentando los pedidos para que la administración Trump actúe con más fuerza en resolver el problema de las pruebas. “Los exámenes han sido uno de los eslabones débiles de la administración desde el primer día”, comentó la representante Diana DeGette (D-Colorado), presidenta del subcomité de supervisión de Energía y Comercio. Las pruebas iniciales de coronavirus desarrolladas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en febrero fueron defectuosas, lo cual derivó en semanas de retraso en la implementación de los exámenes.

Los demócratas del Senado planean esbozar su propia estrategia nacional de pruebas, el miércoles. Se espera que propongan dinero adicional para corregir la escasez de suministros y potenciar los departamentos de salud pública. Eso permitiría un seguimiento más amplio de las personas infectadas y aquellas con las que han estado en contacto, otro paso clave para reiniciar la actividad en el país.

El presidente Trump, quien en los últimos días volvió a instar a un rápido retorno a la actividad normal, sugirió en días pasados que no serían necesarias pruebas más generalizadas, y esta semana indicó que podría tratar de obligar a los funcionarios estatales y locales a levantar las restricciones pronto.

Sin embargo, el martes, el mandatario pareció alejarse de una confrontación con los estados al tiempo que minimizó la responsabilidad federal por las fallas en las pruebas. “Se supone que los gobernadores deben hacer los exámenes”, afirmó Trump a los periodistas en la Casa Blanca. “No ha sido responsabilidad del gobierno federal”.

El Dr. Anthony Fauci, quien como jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas se convirtió en el experto en pandemias más confiable del gobierno federal, advirtió el martes que las pruebas tendrían que ser más exhaustivas antes de que se puedan levantar las restricciones actuales. “Tenemos que tener algo en lugar de ello, que sea eficiente y en lo cual podamos confiar, y todavía no hemos llegado a esa instancia”, afirmó el médico en una entrevista con Associated Press.

La capacidad de prueba ha aumentado en las compañías de laboratorio más grandes del país, aunque la cantidad total en toda la nación parece haberse estancado en las últimas semanas, según los datos del Proyecto de Seguimiento del COVID.

LabCorp ahora realiza alrededor de 40.000 exámenes al día en cuatro laboratorios y redujo el tiempo de respuesta entre dos y cuatro días, detalló el portavoz de la compañía, Mike Geller. Por su parte, Quest Diagnostics ahora puede realizar aproximadamente 45.000 por día en 12 laboratorios de todo el país, incluidos dos en California, precisó Kim Gorode, vocera de esa entidad, quien señaló además que Quest eliminó la acumulación de pruebas que retrasaban los resultados y ahora puede obtenerlos en un día.

Ninguna de las compañías reportó problemas para asegurar los suministros para los exámenes. Sin embargo, a pesar de su tamaño, los dos laboratorios gigantes, que fueron reconocidos por el presidente a principios de marzo en una conferencia de prensa en el Rose Garden, donde se celebró a las empresas que ayudan en la respuesta al coronavirus, aún no logran hacer la cantidad de pruebas que muchos expertos aseguran serán necesarias.

Los exámenes generales también están muy lejos de las promesas hechas hace más de un mes por Trump y otros funcionarios de la administración, incluido el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, quien le dijo a un entrevistador de Fox, el 4 de marzo pasado, que se estaban enviando más de un millón de pruebas a “hospitales, laboratorios y a otros que las desean”.

Hasta el martes, el país había realizado un total de aproximadamente 2.9 millones de pruebas desde que comenzó el brote, hace tres meses, según el Proyecto de Seguimiento del COVID.

California, también con problemas para intensificar sus propias iniciativas de testeos, había realizado más de 215.400 pruebas hasta este lunes, informó el Departamento de Salud Pública del estado. El martes, el gobernador Gavin Newsom destacó que los exámenes adicionales son críticos para retomar la actividad del estado.

Mientras los laboratorios comerciales todavía intentan aumentar su capacidad, los pertenecientes a la salud pública y aquellos operados por los principales centros médicos han estado trabajando intensamente para llenar el vacío.

Pero muchos siguen enfrentando inconvenientes para obtener suministros; a algunos les faltan hisopos, a otros los reactivos químicos necesarios para realizar las pruebas, y varios carecen de otros materiales, según los funcionarios de hospitales de todo el país.

Para agravar los problemas, los laboratorios a menudo deben almacenar diferentes tipos de suministros, ya que las distintas variedades de pruebas requieren de diferentes materiales también. “Pocos laboratorios son capaces de maximizar su capacidad de testeo en cualquier máquina, plataforma o prueba”, señaló la Asociación de Colegios Médicos en su carta a la Dra. Deborah Birx, quien ayuda a coordinar la respuesta al coronavirus desde la Casa Blanca.

La escasez de máscaras y otros equipos de protección, que siguen siendo un problema importante para los doctores, enfermeras y demás personal médico, también ha limitado la capacidad de algunos centros sanitarios para realizar más exámenes, advirtieron las autoridades de salud.

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, que coordina los esfuerzos federales para asegurar y distribuir los suministros médicos, envió material de prueba a los estados, remarcó una portavoz de la agencia, quien también explicó que estos suministros se han distribuido en función de las poblaciones estatales, y que se realizaron envíos adicionales a los epicentros del brote.

Pero este proceso se manejó en secreto, ya que la administración Trump se negó a revelar detalles sobre la cantidad de material que se envía, a dónde y cómo se establece la mayor necesidad.

Las universidades de medicina sugirieron que la administración debe manejar mejor la cadena de suministro para llevar material a los laboratorios que lo necesitan y desplegar un nuevo portal web que les permita a estos informar rápidamente sobre cualquier escasez. La asociación también abogó por una mayor transparencia en la forma en que se distribuyen las provisiones. “Esto permitirá que los directores de laboratorios y otros representantes institucionales concentren su tiempo y recursos en obtener las plataformas y los equipos que están más disponibles”, destacó la entidad.

La redactora de planta de The Times Jennifer Haberkorn, desde Washington, contribuyó con este informe.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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